domingo, abril 17, 2005

¿Donde van las cosas que no decimos?

Supongo que junto con los besos que no damos y con los sentimientos que "descartamos" en algun momento de nuestra vida, a un oscuro rincón donde tenemos una caja para meter todas esas cosas y que "no molesten" cuando menos te lo esperas.

Hace tiempo leí algo de Freud y si no recuerdo mal hablaba sobre la consciencia como una barrera para evitar que todas estas cosas saliesen a la luz cuando menos te lo esperabas, es decir, que tu consciencia hace las veces de llave de la caja de caudales donde guardas todas esas "cosas".

Pero, ay amigo!, cuando te vas a la cama la consciencia brilla por su ausencia y mientras Morfeo te lleva en brazos a su reino, pues resulta que le da por abrir la maldita caja y todo lo que tienes dentro sale.

La gracia no está cuando salen, siguiendo con lo que hablaba el otro dia en el post de "Ying Yang", las cosas "blancas" o incluso las "grises", aún diría que no pasa nada cuando algunas "negras" salen a flote (quien no ha soñado que hace guarreridas con esa compañera de trabajo o de clase y al día siguiente no la puedes mirar a la cara?, ¿no?, bueno a mi me ha pasado...).

El problema aparece cuando sale de la caja ponzoña y veneno, bilis y revueltos de sentimientos, de esos que amargan solo con olerlos y que se entremezclan de la forma mas dolorsa en tus sueños, haciendo un autentico "cocktail" de mal rollo en estado puro, mousse de bilis y todo ello regado con el mejor vino de tus propias lagrimas al levantarte despues de estar toda la noche soñando con estas cosas.

En definitiva, que me he levantado de esta guisa, atontolinado y lloroso y para mas inri he tenido discusión familiar, de esas que hacen época, desquicie total para un domingo, voy a empezar a odiar este día más que ninguno...

1 comentarios:

Eowyn Zirbêth dijo...

No sabes lo bien que te entiendo. A veces, hasta me da fiebre...