miércoles, mayo 30, 2007

Arabian Nights

Tus ojos rasgados se miran en el espejo de tu cuarto mientras corres de un lado a otro rebuscando en todos tus cajones la ropa que te pondrás esta noche.

Poco a poco te colocas tus siete "velos": tanga, medias, botas, falda, camiseta ,pendientes y collar.

Una fina capa de pintura cubre parte de tu ojo y hace que tu cara, tostada al sol, brille más y acentúe más el moreno de tu piel.

Abres los dos ojos y te miras fijamente mientras reocorres con el carmín tus labios jugosos y perfectamente delimitados.

Y caminando te vas, sonriendo y deslumbrando a todo el mundo con el destello de tus dientes, blancos en perfecto contraste con tu cuerpo moruno.

Y es allí, cuando la puerta de la discoteca se abre para dejar salir una mezcla de olores cuando parece que todo el ruido que sale te da la bienvenida esa noche, como tantas otras:

- Bienvenida al harén, Sherezade.-

lunes, mayo 28, 2007

Sexo Oral

Recuerdo que fue durante un día de frio invierno, estába en casa con el chico que me gustaba, pero yo era demasiado cria para casi todo, por eso cuando él me dijo lo del sexo oral pensaba que hablaba de decirnos cochinadas, nada más lejos de la realidad.

No recuerdo si me lo explicó o no pero recuerdo que sin saber cómo acabé con aquello en mi boca, haciendo movimientos mecánicos mientras él gemía de forma forzada, éramos jóvenes y él había visto demasiadas películas porno, que le vamos a hacer.

Tampoco recuerdo haberle mordido, el caso es que el grito de él si que lo recuerdo, su cara de odio hacia mi y la risa tonta que me dió a mi al verle saltar como cuando jugábamos a la goma en el patio del colegio años atrás.

También recuerdo el bofetón que me llevé por reirme, y la cara de idiota que tenía cuando, una vez que él se fue, dando un portazo que demostrase su hombría, me miré al espejo con la cara roja y la mano encima de donde él me había golpeado.

Y fue entonces cuando me di cuenta de lo mucho que me excitaba que me pegasen.

viernes, mayo 25, 2007

Roce

Despacio y en un gesto no medido se pasó la mano por la cara, y de forma totalmente involuntaria se olió la mano, fue entonces cuando se dio cuenta de que se le había quedado impregnada la colonia de aquel pasajero tan simpático que, hacía tan solo unos minutos había bromeado con ella acerca del tiempo, la cena y el aire acondicionado del avión donde ella ya llevaba seis horas encerrada.

Levantó despacio la cortina mientras se mordía el labio inferior en un gesto descarado y poco propio de ella, como una niña traviesa que está a punto de comerse un paquete entero de galletas de chocolate a escondidas de su madre en el pequeño cobertizo de la casa de campo.

Allí estaba él, leyendo un libro que había sacado de una pequeña maleta que traía consigo, los ojos de ella chispeaban con la emoción contenida de una niña de quince años que ve al chico cuatro años mayor que ella que le gusta sentado en un banco del parque.

Se armó de valor y se dispuso a terminar aquella locura de una manera espectacular, cogió una servilleta y un bolígrafo y apuntó su número de teléfono y su nombre en ella, dejó el bolígrafo ante la mirada atónita de su compañera de vuelo y embutida en aquel traje de azafata que no le favorecía nada se dispuso a recorrer los escasos cinco metros desde la zona de azafatas hasta el asiento de aquel joven.

Mientras daba un paso dejó volar su imaginación, la cual, viéndose libre huyó de los planos de la realidad a toda velocidad, y en el tiempo, escaso, en los que ella daba dos pasos más ya se había imaginado una tórrida escena, digna de las novelas rosa mas picantes en aquel estrecho habitáculo del fondo del pasillo.

En su mente se reproducían escenas cada vez mas subidas de tono, gemidos contenidos, sudores y por encima de todo aquel perfume de él, mezclado con sus olores corporales fundiéndose en ella e impregnándola por todo el cuerpo.

Otro paso y más y su mente proyectó aquella escena unos días más tarde, en alguna habitación de algún hotel de Madrid, posiblemente alguno caro, pagado por él para impresionarla, para que viese que aquello del avión no había sido un simple restregón para pasar el rato.

Un metro menos para el contacto con el objetivo y las escenas de los días felices y de los distintos escarceos por diferentes lugares, perversiones ocultas y deseos oscuros jamás confesados se mezclaban con escenas dignas de películas románticas y cuentos de caballeros y princesas.

Pero a menos de escasos cincuenta centímetros la mente de ella, calculadora e imaginativa, libinidosa pero con un fondo racional, le mostró las peleas, las fuertes discusiones e incluso algún amago de malos tratos dispensados hacia ella.

Su corazón, latiendo a toda velocidad por la adrenalina se encogió y le dio un vuelco, quizás por un cambio de altitud sin previo aviso, pues volaban con tormentas y no era raro ese tipo de sucesos, o quizás por aquello que de forma tan vívida le había mostrado su subconsciente.
Y sin saber cómo se quedó delante de él, después de haber vivido el amor, el desamor, la pasión, la ira, la rabia, el dolor, la alegría y el sufrimiento en escasos cinco metros y con los ojos vidriosos como quien deja a alguien con quien lleva mucho tiempo acertó a preguntarle:

- ¿Se lo retiro?-

Y él, con la misma sonrisa le entregó su bandeja con los restos de la comida, y ella, sin decir ni media palabra más se limitó a tratar por todos los medios, de volver a rozar su mano.

martes, mayo 22, 2007

Urban Arena

Rojo.

Me seco el sudor de la frente, otro día caluroso como siempre en esta maldita jungla de asfalto y cristal, en este pequeño circo lleno de espectadores casuals.

Observo a la gente con ojo avizor, cualquier movimiento extraño me mantiene en alerta, esquivo uno, dos, tres personajes extraños con tan sólo un movimiento de cadera, es un movimiento elegante y entrenado de forma natural.

Como natural es el movimiento, levantando polvo con cada pisada sobre la arena de asfalto.

Mis ojos giran hacia los rugientes motores, uno por uno me miran desde sus blindados carros, aprieto mis puños liberando la tensión acumulada en mis hombros de esa manera.

El bramido y el estruendo del resto de personas a mi alrededor es impresionante, pero no consigo alejarme de mi objetivo.

Y allí, en medio aquella gran vía llena de coches, circulación y ruido, de monstruos mecánicos rugiendo y vomitando sus gases por las vias de escape, allí mismo me agacho y recogiendo un puñado de polvo, como los antiguos gladiadores me convierto por un segundo en un gladiador urbano, en un guerrero del asfalto.

- Ave Caesar, morituri te saludant! -

Verde.

viernes, mayo 18, 2007

A la inversa

Sin duda se me hace tan raro todo esto, verte así, cuando desde el principio de los tiempos recuerdo la situación inversa. Supongo que es como cuando te vas a morir, y dicen que ves toda tu vida pasar por delante de tus ojos a toda velocidad, pues eso mismo es lo que ahora me pasa.

Veo como cuando nos conocimos, allá por el colegio yo siempre te perseguía para levantarte la falda con la unica intención de, ahora me doy cuenta, pasar tiempo contigo y atraer tu atencion.

De como más tarde te fui rondando, insistentemente, y tu te aprovechastes de aquello.

Como, tras mucho esfuerzo, conseguí que salieses conmigo, si es que a eso se le puede considerar salir, con sus altibajos, mas bajos que altos, con sus alegrias y penas, mas agrias que dulces.

Recuerdo como te creí la primera, la segunda y la enémisa vez que me dijistes que era la última vez que pasaría, que jamás volverías a irte con otro estando conmigo, y como yo, iluso y emocionado por aquello que debía ser amor, te creia.

Me vienen a la memoria vigilias de tus miles de borracheras, de como te enfadabas conmigo cuando estabas en ese estado y yo soportaba estoicamente tus reproches, broncas y malos humores, para acabar sujetándote la cabeza con todo el cariño del mundo mientras tu vomitabas tu orgullo junto con el resto de lo que había en tu estómago.

Supongo que siempre te vi desde abajo, como desde una escalera donde tu jugabas a ser la reina de la montaña y yo siempre era el que caía escaleras abajo.

Por eso se me hace tan raro verte ahora, en medio de la calle, tras tantos años de no saber de ti desde que te fuistes con aquel personaje que conocistes dios sabe donde, delante de mi, casi de rodillas cuando antes me mirabas por encima del hombro, con los ojos húmedos, los mismos que me miraban con desprecio y asco cuando decía algo que no te gustaba.

Quizás por todo esto te he cogido de las manos, que te tiemblan,

Quizas por esto he depositado un beso tierno en tu frente,

Y, tan sólo quizas por esto, mirándote a los ojos te he susurrado con voz suave en tus pequeña y linda orejita:

- Muérete . -

Y entonces me he dado cuenta de que quizás el amor si tenga fecha de caducidad...

jueves, mayo 17, 2007

Juicio

Despacio entró en la sala de juicios, se sentó en el baquillo de los acusados y el juez hizo pasar a las testigos, una por una le fueron reconociendo en una primera y rápida ronda donde sólo parecía estar él en la sala, todas le señalaban a él.

Después vinieron los testimonios orales, una por una fueron desfilando como si fuese un macabro pase de modelos y se comenzaron a escuchar las primeras acusaciones:

- A mi me robó la sonrisa.- afirmaba una mujer de pelo rubio

- Y a mi los hoyuelos de la cara.- apuntó otra desde la zona de la acusación

- A mi los del trasero.- dijo una mientras bajaba la mirada y se ruborizaba.

Y así una larga lista, el brillo, la mirada, la forma de colocarse ese pequeño mechón de pelo que siempre se escapa de detrás de las orejas, hasta el mismismo movimiento del pecho al respirar, en aquella sala se oyó de todo.

Tras recopilarlo todo el juez se volvió al acusado, que en ese momento jugueteaba con las esposas de sus muñecas y habló de forma solemne:

- Ante las acusaciones aqui vertidas sobre el robo, por su parte y mediante su mirada, de las mejores cualidades de cada una de estas señoritas aqui presentes, ¿como se declara el acusado?.-

Y levantando los ojos hacia las bellezas alli presentes tuve que decir con voz queda:

- Muy culpable .-

lunes, mayo 14, 2007

Encerrado

-Uouououooooo- dije mientras salía corriendo del cuarto oscuro, tras de mi cerré la puerta con un sonoro portazo y le escuché arañar al otro lado, solo unos segundos y después volvió a ir a lo suyo.

Una voz conocida habló a mi espalda : - Casi te arranca un brazo.-

Sonreí mientras me rascaba el susodicho: - Nah, está contento de volver a verme, es solo eso.-

La figura se encogió de hombros mientras me acompañaba un ratito más por los pasillos de mi imaginación, lejos del cuarto donde tenía al blog encerrado, que de vez en cuando rumiaba y arañaba la puerta, pugnando por volver al aire libre.

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PD: Mañana , retomamos esto, stay tunned people ;)

martes, mayo 08, 2007

Closed

El cartel cuelga como en el viejo oeste, movido por el viento y cogiendo polvo y arena.

De nuevo ando seco de inspiracion, espero poder volver a postear en breve, por que esto es como la líbido, o lo alimentas o se estanca.

Aunque pensándolo mejor, voy a poner un cartel de : "He salido a comer inspiracion, vuelvo enseguida" , mejor que el de "Cerrado temporalmente por reformas".

Dadme unos dias, siento no poder ofreceros nada mas creativo que esto.

miércoles, mayo 02, 2007

Andrómeda

Te retuerces atada, por cadenas de seda fina, encima de una cama que se te antoja de piedra y cuyas sabanas, finas y suaves te arañan la piel del alma poco a poco, tus asustados ojos miran hacia todos los lados buscando un resquicio que te permitan escapar...o tal vez no.

Y es en ese momento cuando, debajo de las sábanas, cual monsturo marino, emergo, dispuestos a devorarte, como los antiguos titanes hacían...

No grites niña, pues esta noche Perseo no vendrá a salvarte....