El Lago

Una escena campestre de lo más normal, un grupo de conocidos quedan por primera vez despues de conocerse a través de internet, algo cada día mas normal en este mundo "globalizado" y "multicultural" que nos envuelven.

Una cena frugal, unos juegos tontorrones a la luz de la pequeña hoguera, y el sol que les abandona hasta el día siguiente, la luna toma el relevo y con su luz de plata ilumina el lago al borde del cual han acampado.

Un figura femenina se separa del grupo y se descalza a la orilla del lago, se cruza de brazos para intentar refugiarse con su propio cuerpo de la suave brisa húmeda que se ha levantado y que amenaza con dejar fria, lo que ella no ve es que otra figura, esta vez masculina se ha separado tambien del grupo que rie y se evade a tan solo 10 metros del par de sombras, dos sombras que se funden en una en unos instantes cuando la segunda sombra rodea con sus brazos a la primera.

De los abrazos se pasa a los besos y de los besos a las risas y a una pequeña carrera por la orilla para buscar un lugar donde solo la luna observe a las dos sombras, en ese momento las dos sombras se funden realmente en una, como dos piezas de un puzzle perfecto que encajan, dos piezas que se rozan, se retuercen y sudan juntas.

Tras minutos que se convierten en horas y que se hacen eternas para las sombras, la quietud del agua se agita cuando las dos sombras se rien dentro del lago.

La noche termina, la luna está en lo más alto, grande, plateada, y sobre ella se recortan las siluetas de las dos sombras, húmedas, con el pelo mojado y fundiendose en un largo y cálido beso.