Sin embargo cuando llegó a su sitio habitual de estudio, allí sobre sus apuntes había una hoja pequeña doblada por la mitad, como de bloc de notas, la cogió, sus compañeros la miraron extrañada, preguntó pero nadie le habia escrito nada, la leyó y todas sus preocupaciones se borraron y se sintió alguien especial en medio del infinito universo.
Unos ojos la miraron desde lejos y sonrieron.
Cuando se la leyó a sus amigos todos sonrieron. La dejó encima de sus apuntes y salieron a comentar la jugada fuera.
En la nota, que ahora estaba abierta encima de la mesa podía leerse con caligrafía manual.
"Eres lo más bonito de la biblioteca"
2 comentarios:
yo también quiero :(
Jooo, qué bonito!!! A mí nunca me pasan esas cosas. Precioso relato o es real? ;D
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