miércoles, noviembre 22, 2006

Corre!

Se apoyó en la pared jadeando, llevaba corriendo demasiado tiempo, sudaba mucho, estaba casi ahogado, pero la adrenalina le bombardeaba fuerzas para seguir, miró atrás un segundo y volvió a correr.

Podía sentir el aliento de su perseguidor detrás de él, dobló una esquina, con tan mala suerte que se cayó en un charco, en ese momento su captor saltó sobré el, cerrando sus dientes sobre él.

La melancolía, aquella bestia negra que corría más que él le despedazaba poco a poco, destripandole, matándole...

Y él por fuera, lloró...

1 comentarios:

Anónimo dijo...

:(

mi niño....