- Hola -
- Hola- dijo amablemente la señorita de la ventanilla.
- ¿Me da un billete? -le dije sacando todos los ahorros de mi vida hasta ese momento.
- Claro, ¿donde quiere ir?- dijo con su amable sonrisa.
- A lo más profundo de tu corazón- dije muy serio,- ahm y démelo solo de ida, no quiero volver hasta asegurarme de haber visto absolutamente todo...-
Y ella, sonriendo aun más, me extendió su delicada mano con aquel preciado billete de ida sin retorno fijo a su corazón.
viernes, mayo 23, 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Ainss el amor :P, así estás de un pasteloso..
Bonito ^^
Pero mira que eres lindo, y eso se nota en lo que escribes. Mi corazón está total y ciegamente abierto para tí, ni siquiera necesitas billete porque estás en él de forma permanente. ¡Besitos!
Publicar un comentario