lunes, mayo 12, 2008

Humanidad

No he querido oir ni una sola noticia más sobre el salvaje austriaco, por que no quiero perder la inocencia que me queda, por que prefiero ser feliz en la ignorancia de creer en la bondad del ser humano.

Esa misma bondad que veo reflejada en tus ojos todos los días cuando me mirás, quizas seamos la última esperanza de la raza humana, sea como fuere...no te despegues de mi, no podemos arriesgarnos...

4 comentarios:

L. Sánchez dijo...

Ein? Qué ha pasado?

Jessika dijo...

No se que ha pasado, el mundo se desmorona y parece que ya nadie tiene la cabeza bien puesta, ni si quiera un monstruo sería capaz, ni la peor pelicula de terror tiene un guion como este de real... una lastima que se pierdan los valores, tu sigue siendo tu y no te separes de quien te haga sentir asi.
Besitos.

eomyr dijo...

No diga usted "monstruo austríaco", hombre, que parece un trabalenguas. Suerte que no estaba comiendo un polvorón, que si no muero atragantado.

Llámele directamente por su nombre: "hijo de *piiiiii*"

Una cualquiera dijo...

Personas asi no merecen ser mentadas ni recordadas