jueves, julio 28, 2005

Un vaso de agua con azucar

No, no me voy a poner a intentar dilucidar si el destino existe o no, simplemente es que tengo una reflexión sobre el tema que me gustaría contaros.

Supongo que el destino, si es que existe algo parecido, es cruel o al menos muy bromista, puesto que se dedica a jugar con todos nosotros por el pluro placer de vernos colear, sino, no me explico que cuando todo se va asentando, como el azucar sobrante en un vaso de agua despues de agitarlo fuertemente durante un buen rato, y va formando caminos en el fondo del vaso, un paisaje estable, tranquilo y sin sobresaltos, cuando inicios de montañas que apuntan alto se están formando, cuando los rios internos del propio vaso y las corrientes que agitaron el tema se van calmando y dan forma a tu paisaje interno propio...justo en ese momento es cuando el destino, en forma de mano inocente o indecente agarra el vaso y te sacude, unas veces suaves, con ligeros cambios y movimientos de corriente, otras veces fuerte, con sacudidas que amenazan con quebrar por siempre jamás el paisaje de azucar dentro del vaso.

Sólo queda por decir que, cuando el vaso se agita, se ha de buscar de nuevo el equilibrio, ese equilibrio puede estar en nuestro vaso o incluso en el vaso que se encuentra tres estanterías de vasos mas allá, pero es necesario buscarlo y encontrarlo, pues mientras se busca se está entretenido y cuando se encuentra uno ya tiene la suficiente experiencia como para saber que cuando venga la próxima sacudida podrá salir de ella.
Nunca penseis que vuestro vaso se va a romper, como dice mi madre y, ya sabeis, las madres son muy sabias, que dios no nos dé a soportar todo para lo que tenemos aguante, puesto que nuestros vasos, incluso los de paredes más finas, tienen un aguante sobrenatural.
Yo ahora mismo estoy un poco agitado, se han formado un par de remolinos gordos en mi vaso y estoy tratando de estabilizarlo, menos mal que se que pasará, menos mal que se que es temporal, pero aún así y con todo, cuando se agitan las aguas y mis granos se dispersan, aún sabiendo que de peores he salido siempre hay una parte de ese azucar que cuando cae, cae de otro color y un poco más endurecido, cae con las marcas de haber sufrido un huracán, pero al final...siempre cae.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, se supone que lo que no nos mata nos hace más fuertes. Pero para mí es una mierda de consuelo el haber salido de cosas más graves anteriormente, pq antes tal vez tuve otras fuerzas diferentes, de las que tal vez ahora carezca.
Ángela

Anónimo dijo...

Para mi un vaso de agua con asuzar significa felicidad….
a mi siempre me daban un vaso con agua con azukar cuando tenia pena y es magiko x ke si te das cuenta los granitos de azukar se fuzionan con el agua y se hace una rika mezcla...como pasa con la felizidad....
la felizidad no es solo una cosa...
es como la fuzion de varias..
de gente...ke kiere lo mejor
lo mas dulce de la vida
y a la vez es muy simple...como una vaso de agua con azukar oxo