jueves, septiembre 07, 2006

Cerraduras

Él siempre cerraba todo, desde pequeño le enseñaron que el bote de leche, el de la mermelada y el de aceitunas debía de estar cerrado siempre que no se usase, y así lo aprendió.

De más mayor siempre cerraba el coche, la casa y la cancela del perro para que no se escapase, todo cerrado, esa era la norma.

Tal era su afán de cerrar las cosas que un día se cerró a si mismo con tan mala suerte, que perdió las llaves y nunca más pudieron volver a abrirle.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabo de leer con sorpresa éste relato, que parece estar hablando de mi...

Carolina Villafruela . dijo...

!!!!!!
guapo!
reguapo!
despierta!

jajjajajajaa!
Acabo de ver, manda uno,
inédito!!

Sí te levantas pronto mañana, merece la pena escuchar el programa. Yo lo he estado haciendo hoy y quedé impresionada, ellos se quedarán patidifusos con esta historia porque soy un desastre!

Varo dijo...

A las casas si no se las airea, luego huele a viejo.

Anónimo dijo...

Tu debes estar cerrado a cal y canto...una lastima... :p
P.D que programa?

Marta dijo...

Tal vez lo que necesita es una nueva llave, no tiene por qué funcionar sólo una no?

Anónimo dijo...

Me sumo a Mjwoman, se trata de buscar esa llave que abre todas las puertas, hasta aquellas que parecen estar cerradas para siempre.

Anónimo dijo...

Si haces copias de la llave y se las das a ciertos familiares y amigos, podran sacarte de ciertos encierros...