lunes, abril 10, 2006

Mi líbido

Te espera en un rincón oscuro, agazapada pero tensa, mirándote con sus ojos rojos, brillantes en medio de la oscuridad diaria, murmurando tán sólo tu nombre, una y otra vez, rápido, despacio más alto, más lento, desdotando a todas y cada una de las letras de tu nombre de sentido, haciendo que los fonemas se conviertan en algo sin sentido, una masa pulposa que ella misma mastica, como anticipando tu llegada. Afila sus garras segura de si misma, mientras se roe la parte más puntiaguda de las mismas y se pregunta a si misma cuando llegarás, tiene hambre, no ha comido desde hace mucho tiempo algo tan suculento como tu, tiene hambre...de ti

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Aliméntala pronto o (y me remito a tu post anterior) devorará aquello que más ansia y puede que hasta te devore a ti mismo.