jueves, septiembre 15, 2005

RESTAS

Mmmmm, supongo que ha sido la suma de demasiadas casualidades. Ver fotos en el ordenador de hace un año, los paseos por Madrid, el ir al cine entre semana con una amiga, las risas, el vente para aca, vuelve para alla, el “si cariño lo que tu digas”...

En los últimos días, las hadas parecen haberse puesto de acuerdo en alinear todos estos pequeños detalles. Así que lo cierto es que era inevitable que acabase pensando en M. Seguro que ella es feliz, tranquila, sin más preocupaciones que las de antes. Me gustará pensar que ojalá pudiese desearle la felicidad, pero algo por dentro me lo impide. No me gusta mirar al pasado y sentir esa punzada de dolor por dentro, que te corroe las entrañas y que ningún tipo de medicamento conocido puede aliviar, el recuerdo ensuciado por la mentira. La memoria todavía se resiente y se duele, algo bello que nunca debió ser empañado por el odio. Jamás un amor debería acabar así, quizás el amor no debería acabar, pero eso es algo que no se puede evitar.

Tal vez, algún día volvamos a vernos, no quiero ni siquiera pensarlo. Supongo que tendré que encerrarme un poco más en mi mismo, para intentar olvidar los viejos tiempos donde era(mos) felices.

Purgatorio

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Uhm..., hace tiempo yo también pensaba así, todo me recordaba a R. (me ha gustado lo de la inicial), pero así como me pasaba todo el día pensando en cómo éramos juntos, lo que había sido nuestra vida y nuestra relación, con dolor, con nostalgia, con la angustia de que ya no iba a volver, así como lo pensaba, una mañana, sin saber porqué, dejo de doler, dejó de importarme tanto como lo había hecho, dejo de resquebrajar todos los cimientos de mi persona. No me digas porqué pasó, tal vez fueron mis amigos, tal vez fue el trabajo, tal vez fui yo misma, cansada como estaba de autocompadecerme y de recordarme lo que había perdido, tal vez fue que me dí cuenta de que me dolía no estar con R. pero de que podía vivir sin él, de que ERA sin él, tal vez fue el darme cuenta de que no se había llevado mi alegría ni mi felicidad, ni mis ganas de vivir.

Las cosas duelen, la gente deja huellas y cicatrices en tu corazón, el pasado no se puedo borrar, ni lo bueno ni lo malo, pero se puede superar. La vida es un caminito estrechito lleno de piedras que se clavan en tus pies, de espinas que te pinchan las manos y las rodillas cuando caes, pero también es un camino donde hay piedras en las que apoyarte cuando estás cansado, árboles que te cobijan del sol o de la lluvia, sendas que te llevan a destinos insospechados y maravillosos.

No sé tú, pero yo hace tiempo que decicí que mi vida la dirigía yo, que el camino lo andaría yo y que no iba a permitir que nada ni nadie me interrumpiera. Hace tiempo decidí no mirar atrás y si, alguna miro, lo hago para encontrar los buenos momentos, lo hago con autocrítica para superar aquello que quedó pendiente, lo hago para CRECER. A veces me da miedo porque pienso que me dejo cosas por el camino, que si no vuelvo a mirar lo perderé, pero también siento que si lo hago así, y aunque me implique llorar y sufrir, saldré victoriosa.

Creo que es el comentario más largo que te he escrito no? Aunque como todos lo que he puesto en tu blog, ya no sé si es para ti o para mí. Sólo decirte que, hagas lo hagas, y decidas lo que decidas me tienes a tu lado, aunque sea cibernaúticamente (quién pudiera irse al cine un día contigo, pero no tengo coche ah!!!! =P xD)

Hoy no hay pseudónimos, no hay nicks, hoy simplemente soy YO, soy Isabel

Anónimo dijo...

A todos nos han roto el corazón alguna vez, y todos hemos salido adelante. Cada uno tiene su historia, o su versión de la historia. Lo mejor que puedes hacer es mirar hacia atrás solo para aprender y disfrutar de cada momento con esa persona especial con la que ahora compartes tu vida.¡¡¡SÉ FELIZ AHORA!!!