Uno de esos días malos, te examinas, te miras a ti mismo y te das cuenta que odias al mundo entero, o al menos tienes un pequeño pero intenso resquemor hacia las personas que lo habitan y que se relacionan contigo, miedos, ansiedades, ofuscaciones, contradicciones, mentiras, heridas, todo se te junta como una masa pastosa que te cuestra digerir.
Y en todo este pastoso mundo-nocilla del domingo por la tarde...tu...intento incluirte en el odio hacia el mundo...pero tu...tu simplemente, no eres de este mundo.
lunes, septiembre 12, 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Y x no ser de este mundo me llevo un odio especial o eso me libra de cualkier mal?
En otro momento estaria haciendo cualkier cosa para k tu dolor y tu odio desaparecieran. Lo siento, ahora yo odio el mundo casi con tantas ganas como tu.
¿Quieres que hablemos?
Pues yo no odio, pero quiero un piropo así para mí, a cambio me acerco a tu luna.
Publicar un comentario