miércoles, mayo 02, 2007

Andrómeda

Te retuerces atada, por cadenas de seda fina, encima de una cama que se te antoja de piedra y cuyas sabanas, finas y suaves te arañan la piel del alma poco a poco, tus asustados ojos miran hacia todos los lados buscando un resquicio que te permitan escapar...o tal vez no.

Y es en ese momento cuando, debajo de las sábanas, cual monsturo marino, emergo, dispuestos a devorarte, como los antiguos titanes hacían...

No grites niña, pues esta noche Perseo no vendrá a salvarte....

5 comentarios:

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Al final te devoró ella, eso pasa siempre, no te preocupes. Un buen blog, espero que puedas visitarme. Un saludo.

Anónimo dijo...

Vendrás ésta noche a devorarme?, te espero ésta noche donde siempre a la hora de siempre.

Besitos amor

Jessika dijo...

Como decía la canción: Ven... devorame otra vez ! :) hay momentos en el que el canivalismo de devorar al otro es tan dulce...
Besitos.

Stormeyes dijo...

siempre se puede tener una cabeza de medusa a mano, seas perseo o no..

Desde El olimpo.

Dionisios

Anónimo dijo...

Qué mejor mar que ese que se compene de sabanas, y qué mejor criatura a devorar...que la se encuentra bajo esas aguas.