lunes, agosto 22, 2005

Inconclusas

El otro día tuve una sesión intensiva de conversaciones inconclusas con E., y de echo creo que todavia me dejé alguna en el tintero (mi preferida es la historia del Banco Santander, algún día os la contaré).

El caso es que me estaba dando cuenta de la de bandazos que doy en mi cabeza cuando estoy hablando con alguien, se me va la pinza pero cosa mala y para todos los lados, supongo que forma parte de mi forma de ser, hablo, corto, retomo conversaciones, vuelvo a lo que estaba hablando, un desastre vamos.

Al final tendré que hacerme un diario solo para apuntar todo lo que le tengo que contar a la gente y que siempre se me queda corto. Es como si siempre me faltasen minutos o tiempo o caracteres en el movil para contar lo que quiero decir, un insatisfecho continuo con el final de mis ocnversaciones, siempre puede haber algo más, siempre puede haber un minuto más para decir cosas.

Creo que soy un inclocuso, algo peligroso pues provoca sentimientos de vacio y de incosntancia, sobre todo de lo primero, es como si siempre faltase ese algo que te llena, una ultima caricia, un ultimo beso, una ultima palabra, un ultimo gesto que te calme y te alivie y te quite esta sensación de insatisfaccion.

A ver si algún día de estos comienzo a terminarme...

2 comentarios:

Eowyn Zirbêth dijo...

Con las conversaciones me pasa lo mismo. Menudos dos nos juntamos, jajaja.

Reset Reboot dijo...

Bueno, es que hasta las mejores historias dejan cabos sueltos. ¿Cuando esta terminada una conversación? ¿Cuando se da por zanjado un tema? Creo que solo cuando se discute se llega a poner fin a una conversación.

Y a mi también me pasa eso de empezar hablando de lo frikis que son en Japon (por ejemplo) y acabar filosofando sobre cualquier tema.