Despacio entró en la sala de juicios, se sentó en el baquillo de los acusados y el juez hizo pasar a las testigos, una por una le fueron reconociendo en una primera y rápida ronda donde sólo parecía estar él en la sala, todas le señalaban a él.
Después vinieron los testimonios orales, una por una fueron desfilando como si fuese un macabro pase de modelos y se comenzaron a escuchar las primeras acusaciones:
- A mi me robó la sonrisa.- afirmaba una mujer de pelo rubio
- Y a mi los hoyuelos de la cara.- apuntó otra desde la zona de la acusación
- A mi los del trasero.- dijo una mientras bajaba la mirada y se ruborizaba.
Y así una larga lista, el brillo, la mirada, la forma de colocarse ese pequeño mechón de pelo que siempre se escapa de detrás de las orejas, hasta el mismismo movimiento del pecho al respirar, en aquella sala se oyó de todo.
Tras recopilarlo todo el juez se volvió al acusado, que en ese momento jugueteaba con las esposas de sus muñecas y habló de forma solemne:
- Ante las acusaciones aqui vertidas sobre el robo, por su parte y mediante su mirada, de las mejores cualidades de cada una de estas señoritas aqui presentes, ¿como se declara el acusado?.-
Y levantando los ojos hacia las bellezas alli presentes tuve que decir con voz queda:
- Muy culpable .-
jueves, mayo 17, 2007
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5 comentarios:
A ti también tendrían que juzgarte por ladrón... por que me robas cada noche el corazón.
Besos de tu peque
Queda entonces visto para sentencia!!!
PUM (martllazo)
Joder, parece que el acusado tambien fuera yo.
:OOOO
que intenso.. y que decente!!
un saludo!
eres un niño egocentrico...mmmm,pero hay algo de ti que gusta...me supongo que este escrito es pensado en ti mismo...aunque he de confesarte somos almas gemelas!
te declaro inocente pues no tienes la culpa de robarle el corazön a nosotros las feminas!!!!
muaaaack!
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