Alicia era una niña rubia normal que creció como todas las niñas creyendo en cuentos de hadas y de principes encantadores.
Cuando creció un poco Alicia se pasaba las horas mirándose al espejo a su lindo pelo rubio, acariciandolo y preguntándose si, detrás del espejo, habría algo. Soñaba con atravesar el espejo y vivir todos esos cuentos de fantasía que poblaban su cabeza.
Pero la edad no perdona y la vida te enseña y Alicia fue creciendo y con el avance de la edad fue perdiendo el interés por los cuentos y se dedicó a cosas más mundanas, como las amigas, la ropa, la música o los chicos.
Y comenzó a salir de fiesta y a olvidarse de todo mientras se daba a la bebida y a los pequeños placeres de la vida.
Pero no fué hasta que descubrió el sexo cuando se dió cuenta de que tenía un pequeño "problema".
Se encontraba con su amante ocasional de aquella semana, un chico que la recorría el cuerpo con sus hábiles manos y con su lengua secaba aquellas partes con exceso de humedad de su cuerpo. Pequeñas oleadas de placer recorrían como corrientes eléctricas el cuerpo de la pequeña Alicia, sus gemidos eran como cortas aspiraciones y sus ojos estaban cerrados para disfrutar al máximo de los placeres que le brindaba aquel hábil amante.
Y él se hundió en ella, y ella, abrazándole y acariciando su espalda, le pidió más y más, más de él , más de sus besos, más de sus caricias, más de sus pequeños mordiscos, más de sus palabras obscenas y tiernas al oido, más, más, más...
Y él se convulsionó dentro de ella, pero ella no le acompañó, por que nunca lo hacía, nunca llegaba antes que sus amantes a ese punto donde se te nubla la vista, ves estrellas, lloras y te entra la risa floja.
Esperó a que él se recuperase un poco y entonces le obligó a recorrer las sinuosas curvas de su cuerpo una y otra vez hasta que...un poco después un rayo eléctrico recorría espasmódicamente sus blancas piernas y sus gemidos aumentaban hasta convertirse en una afirmación continua y salvaje.
Y descansando junto a su amante, al volver al mirarse al espejo y verse de aquella manera, con aquella cinta azul cielo a modo de diadema y una pequeña liga negra que le había regalado aquél amante que yacía sudoroso junto a ella, al volver a sentir la necesidad de atravesar el espejo y ver si había algo detrás de él mientras su pequeño gato parecía sonreirla desde una esquina, fue justo en ese momento cuando se dió cuenta que ella era Alicia, que vivía en su particular Pais de las Maravillas y que por eso, su pequeño conejito blanco siempre llegaba tarde sin importar cuan habilidoso fuese su compañero de cama...
martes, febrero 13, 2007
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8 comentarios:
En fin. No comentaré nada. Cada vez que me paso por aquí y leo un post tuyo me dejas sin palabras... Besos.
"Alicia a través del cristal" la segunda versión x de aquella mujer...
AAAAAAiiiiii cuantos recuerdos...
;)
Me ha encantado tu cuento...
:)
(\/)
( . .)
c(")(")
Ummmm, sencillamente precioso.
Hay Alicias que viven en paises helados donde los conejos blancos nunca llegan...
Y hay Alicias que viven en países cálidos donde los conejos blancos llegan en patotas.
En fin...¡vivan los conejos blancos aunque nunca lleguen a horario!
Me ha encantado la pequeña historia mi ángel(esa que tu ya sabes), es la una, ya es 14 de febrero; feliz san valentín!
http://www.youtube.com/watch?v=0xXNEvxCVyA
nos vemos al otro lado del espejo amor ;) tqm
lo que buscaba lo encontré en tus reflexiones
gracias
hoy no es un buen día para mi
espero lo sea para ti
Oye tio xDDDDD he tao mirando por si habia cogido prestado algo mas tuyo (esq es tremendo lo ke pones por aki xD) y he encontrado ke el de Alicia tb lo use! xo en el acaraocruz.blogspot.com :$
http://acaraocruz.blogspot.com/2007/02/de-baldosas-amarillas.html
(Gracias por dejarmlo para esos momentos de... coincidencias en la vida :D) oyye a ver si t linkeo! xD ke siempre se olvida!!!
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