Me llaman loco y mil cosas más por que les conté lo que vi.
Solo me limité a transcribir, con mucho detalle, lo que ocurrió aquel dia, pero no me creyeron.
No creyeron que viese a aquel pequeño ser, de no más altura que un niño de 6 años, con aquella sonrisa pérfida que me miraba desde la base de las escaleras.
Pero lo más horripilante no fueron sus ropas andrajosas, ni la forma de ladear la cabeza, ni tan siquiera sus ojos vacios y huecos como los de las muñecas...
Lo peor de todo fue descubrir cómo, al igual que ahora te está pasando a ti, lo tenía detrás...
lunes, junio 18, 2007
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4 comentarios:
me encanta como escribes, y lo que escribes, te seguiré visitando :)
ainss me ha dao hasta miedo jajajajaja
Lörel: Muchas gracias por el voto de confianza y por agregarme a favoritos, espero que disfrutes lo que lees
Tara: Jejeje, es la idea, asi que ya sabes, ten cuidado con tu espalda y el maldito enano sonriente :S
Pues me ha dado miedito!!! Miré para atrás jajaja Qué tonta...
Saludos!
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