Ella era una princesa de cuento de hada, de las de siempre, de las de toda la vida.
Y como todas las princesas, convocó una gran audiencia donde los principes de todos los reinos colindantes y lejanos vinieran para ofrecerle lo mejor que tuviesen a cambio de su mano.
Y alli que se presentaron, vinieron de todos los lugares del mundo conocido e incluso de lugares remotos o de sitios que se consideraban leyenda, todos con sus mejores trajes.
Y la princesa los recibió a todos, uno por uno, pacientemente, se dice que estuvo una semana recibiendolos a todos.
Unos le recitaban poemas magistrales escritos por grandes maestros del teatro y de las letras, otros le ofrecieron los mejores manjares de su tierra, los mas galantes le decoraron el cuello con finas joyas, alguno incluso le trajo mascotas exóticas de tierras lejanas.
Pero sin embargo destacó entre todos aquellos ricos herederos la imagen de aquel principe de un pequeño reino cercano al de la princesa, era un reino pequeño y aquel principe, cuanto menos austero, paupérrimo en comparación con el de sus compañeros de linaje.
Y habiendo esperado pacientemente su turno, pidió permiso para acercarse, siéndole este concedido, se acercó, y tras mirar a la princesa a los ojos le tomo la cara y depositó un tierno beso en la mejilla, ante la mirada atónita de toda la corte.
Y la princesa, sonrió y lo eligió como futuro marido.
lunes, enero 15, 2007
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4 comentarios:
bonita final :)
Me encanta el final, antes d leerlo pensaba que iba a ser en plan: El principe dijo: "Yo solo te puedo ofrecer mi corazón o un beso" xDDDDDDDDD, pero es mejor el final que he leido eh? jaja.
Un beso niñucu.
.Persephone.
Creo que es un escrito sencillo y bello.
Y creo que la princesa de tu cuento tiene mucha suerte. Ojalá que ese principe escriba cosas tan hermosas como esta.
¿Soy muy pelota??
bien final chauu
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