Él siempre cerraba todo, desde pequeño le enseñaron que el bote de leche, el de la mermelada y el de aceitunas debía de estar cerrado siempre que no se usase, y así lo aprendió.
De más mayor siempre cerraba el coche, la casa y la cancela del perro para que no se escapase, todo cerrado, esa era la norma.
Tal era su afán de cerrar las cosas que un día se cerró a si mismo con tan mala suerte, que perdió las llaves y nunca más pudieron volver a abrirle.
jueves, septiembre 07, 2006
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7 comentarios:
Acabo de leer con sorpresa éste relato, que parece estar hablando de mi...
!!!!!!
guapo!
reguapo!
despierta!
jajjajajajaa!
Acabo de ver, manda uno,
inédito!!
Sí te levantas pronto mañana, merece la pena escuchar el programa. Yo lo he estado haciendo hoy y quedé impresionada, ellos se quedarán patidifusos con esta historia porque soy un desastre!
A las casas si no se las airea, luego huele a viejo.
Tu debes estar cerrado a cal y canto...una lastima... :p
P.D que programa?
Tal vez lo que necesita es una nueva llave, no tiene por qué funcionar sólo una no?
Me sumo a Mjwoman, se trata de buscar esa llave que abre todas las puertas, hasta aquellas que parecen estar cerradas para siempre.
Si haces copias de la llave y se las das a ciertos familiares y amigos, podran sacarte de ciertos encierros...
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