Me gusta la forma que adquiere tu camiseta cuando mis manos se cuelan furtivamente debajo de ella buscando el calor de tu cuerpo y la redondez de tus pechos.
Me gusta como contiene nuestra pasión, como se deforma cuando mi mano se posa suavemente sobre tu pecho y como resiste los embistes de nuestros juegos.
Me gusta como se adapta a nuestras formas, como si mis manos y tus pechos estuviesen debajo de una sabana de colores vivos haciendo de todo sin pudor.
Me gusta adivinar las curvas de tu pecho a través de mis largos dedos que te aprietan y te tocan sin piedad alguna, endureciendote e hinchando tu agitado pecho.
Me gusta retirar mi mano y ver como la camiseta se pega como una segunad piel a tus pechos, como tu pezón rompe esa redondez absoluta y como respiras, agitádamente, subiendo y bajando, arriba y abajo, ansiando que te libere de esa carcel, de esa sensual carcel de tela...
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Para mi querida Cecilia Lisbon, por su inspiracion involuntaria en todo esto
miércoles, enero 30, 2008
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1 comentarios:
Un relato cargado de sensualidad... Tienes el don de hacer que hasta lo más sencillo se convierta en algo sublime. ¡Besitos!
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