martes, mayo 10, 2005

Sólo puede quedar uno

Primero fue el osito de Mimosin, acabé con él de forma definitiva hará unos años, cuando tuve uso de razón, no fue dificil, un par de cucharaditas de cal en la lavadora y su piel se resecó, lo justo para poder pelear con él en igualdad de condiciones y ganarle, como a todo inmortal que se precie (y Mimosin amigos mios era uno de ellos) al cortarle la cabeza adquirí sus poderes, rayos salieron de su decapitado cuerpo y se introdujeron en el mio, ahora tenía los mimos y la ternura de Mimosín.

El siguiente en la lista era Gusiluz, así que armado, me encaminé hacia él...

...sólo puede quedar uno

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