miércoles, diciembre 01, 2010
viernes, noviembre 26, 2010
Tierno
Estoy tan blandito ahora mismo que si me roza la lluvia de tus lágrimas creo que me disolveré...
miércoles, noviembre 17, 2010
Cuaderno de dibujo.
Me apetece dibujarte con mis dedos, imaginarte desnuda, acorralar tus pechos entre mis manos y asediar tus labios con los mios.
jueves, mayo 20, 2010
Esta noche
Quiero escaparme contigo esta noche, secuestrarte y llevarte donde ni siquiera la luz de la luna nos delate.
Quiero devorarte despacio y sin prisa, degustarte y delinearte, dibujarte con la punta de los dedos, pintar de luz lo que la oscuridad esconde.
Esta noche, quiero más de ti.
Quiero devorarte despacio y sin prisa, degustarte y delinearte, dibujarte con la punta de los dedos, pintar de luz lo que la oscuridad esconde.
Esta noche, quiero más de ti.
martes, marzo 23, 2010
Tactolfato
No tengo miedo a olvidar el tacto de tu piel ni tus curvas, pues las he recorrido tantas veces que se han quedado grabadas en mi memoria a fuego, mis dedos se saben el camino de tu cuerpo y no necesito mapa para hallar los puntos desde los que las vistas son más bonitas.
De lo que tengo miedo es llegar a olvidarme de tu dulce olor...
De lo que tengo miedo es llegar a olvidarme de tu dulce olor...
jueves, febrero 11, 2010
Agua Caliente...
...rodando por las curvas de tu cuerpo,
juntándose alli donde todos quieren llegar,
alli donde el calor es tan grande que el agua se evapora,
sólo para condensarse unos centímetros más arriba
y formar un camino de gotas de reflejos perversos que indican la entrada a la cueva del tesoro...
juntándose alli donde todos quieren llegar,
alli donde el calor es tan grande que el agua se evapora,
sólo para condensarse unos centímetros más arriba
y formar un camino de gotas de reflejos perversos que indican la entrada a la cueva del tesoro...
viernes, enero 22, 2010
El problema
Creo que el problema no ha sido elegir un camino u otro, ni siquiera elegir la forma de caminar o de correr por él, ni siquiera los compañeros que eliges o que te tocan en un momento determinado del viaje.
Creo que el problema radica cuando decides no mirar al camino ni a las piedras del suelo, sino levantar la cabeza, y mirar hacia arriba, hacia los lados y sobre todo preguntarte cosas del tipo ¿Qué hago aqui? o ¿Por qué las cosas funcionan así?.
Y a veces, te dan ganas, simplemente, de volver a tus piedras, a tu camino, a tu cabeza baja y a la felicidad que otorga, en muchas ocasiones, la ignorancia acerca de la vida.
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