miércoles, octubre 31, 2007

Ese día

Es el día en el que te levantas y notas como lo que te corre por las venas es sangre, no ácido de baterías.

Es el día en el que no te recorre un escalofrío al oir su nombre en boca ajena y no te cuesta pronunciarlo en la propia

Es el día en el que te das cuenta de lo irracional del odio y las ventajas del olvido selectivo.

Es el día en el que ves las cosas más y más claras y te quedas con lo bueno, deshechas lo malo y razonas tus sentimientos más viscerales hasta convertirlos en meros pensamientos desagradables facilmente olvidables.

Ese es el día en el que estás totalmente curado del desamor...o eso o estás muerto.

lunes, octubre 29, 2007

Miradas

Al despertar aquel día supo que sería el día en que todo cambiaría, lo había decidido antes de irse a dormir, aquel sería el día en el que vencería su timidez y por fin miraría a la gente a los ojos.

Y asi fue.

Salió a la calle y decidió no mirar al suelo, se esforzó por mantener la vista al frente, y fue entonces cuando descubrió que al mirar a los ojos de los demás podía ver su mente.

Un, dos, tres, y zas!, ya estaba sumergido en un torrente de emociones, sentimientos y vivencias ajenas.Olores, sabores y recuerdos se mezclaban formando una amalgama que al principio fue dificil de digerir, pero poco a poco él fue cogiendole el gusto a aquello.

En pocas semanas navegaba por la mente de los demás como si lo hubiese echo toda la vida...hasta que un buen día se topó con ella...

Un, dos, tres y zas!, notó como ella le invadía la mente, como se deleitaba de todos y cada uno de sus sentimientos, como se descontrolaba su corazón al notar aquello y como ella sentía que él estaba dentro de su cabeza al mismo tiempo, visualizando su interior.

Desde aquel día decidieron no volver a mirar a nadie más a los ojos; a nadie, salvo a ellos mismos.

lunes, octubre 22, 2007

Orgullo

Aquel día las niñas también se enfadaron. Primero se gritaron y después se pasaron un día entero sin mirarse a la cara.

Cuando aquello pasó, se juraron una cosa: Cada vez que se enfadaran, se tragarían todo su orgullo, extenderían su dedo meñique y se lo estrecharían fuerte.

Y así pasó, que un día volvieron a enfadarse, y como habían pactado, se tragaron su orgullo, pero no contaban con que era más de lo que podía digerir...

A la mañana siguiente las encontraron unidas por los dedos meñiques y asfixiadas por su propio ego...

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Este post está dedicado a mi querida Tara y la idea original es suya, podeis leerla aqui

martes, octubre 16, 2007

Llueve: Happy Gore End

Llueve, y la lluvia cae cansina sobre las dos figuras que no sienten ni la humedad ni el frio.

Llueve sobre los dos novios que discuten acaloradamente, ella echa una furia agita sus manos en el aire interceptando las gotas de agua que tan sólo intentan llegar al suelo y las hace saltar por los aires, mojando aun más a la otra figura que la mira con expresión vacía.

Llueve, pero el agua no consigue llevarse la sarta de palabras malsonantes y dura que la boca de ella le profiere a él, le acusa de muchas cosas, pero por encima de todas repite siempre el mismo concepto con diferentes palabras: dejado, despistado, olvidadizo...despreocupado.

Llueve y las lagrimas de ella se mezclan con las gotas que alcanzan su cara y se las arrancan en un torrente que recorre la fina piel de su cara mientras se acurruca en el pecho de él, mientras temblorosa suelta el mango del cuchillo que sobresale del pecho de él.

Llueve y la lluvia golpea a los dos, resbalando por el mango del cuchillo mientras ella llora y gimotea tapándose la boca mientras él se mira incrédulo al pecho, ahí donde el cuchillo habría atravesado su corazón...si no se lo hubiese olvidado en casa

jueves, octubre 11, 2007

Llueve

Llueve, y la lluvia cae cansina sobre las dos figuras que no sienten ni la humedad ni el frio.

Llueve sobre los dos novios que discuten acaloradamente, ella echa una furia agita sus manos en el aire interceptando las gotas de agua que tan sólo intentan llegar al suelo y las hace saltar por los aires, mojando aun más a la otra figura que la mira con expresión vacía.

Llueve, pero el agua no consigue llevarse la sarta de palabras malsonantes y dura que la boca de ella le profiere a él, le acusa de muchas cosas, pero por encima de todas repite siempre el mismo concepto con diferentes palabras: dejado, despistado, olvidadizo...despreocupado.

Llueve y las lagrimas de ella se mezclan con las gotas que alcanzan su cara y se las arrancan en un torrente que recorre la fina piel de su cara mientras se aleja entre sollozos.

Llueve y la lluvia es la única compañera que le queda a él en ese preciso momento , tan duro, tan amargo. Un momento que habría destrozado el corazón a cualquiera, incluso a él...si no se lo hubiese olvidado en casa...

lunes, octubre 08, 2007

¿Como?

¿Como decirte que te echo de menos sin volver a pronunciar las tres palabras que componen esa frase que se queda tan cortas de sentido al decirla de nuevo?

¿Como decirte que me duele tu ausencia si la amargura que me produce tu ausencia no se expresa con palabras conocidas?

¿Como hacerte llegar la idea de que el hueco que hay en mi corazón para ti sangra cada vez que pienso en ti y que en mi mente eres una imagen fija?

¿Como decirte algo para lo cual no se han inventado palabras?

miércoles, octubre 03, 2007

Receta para hacer sonreir (II)

Coge tu mano derecha, dobla los dedos meñíque y anular, deja extendidos, pero no del todo el índice y el dedo corazón, ligeramente flexionados.

Ahora mueve la mano hasta que con esos dos dedos te toques detrás de la oreja, justo por debajo del lóbulo, acariciate suavemente pero lo justo para que notes el calor de los dedos.

Lo sientes, ¿verdad?, pues ahora imagina que soy yo quien, por detrás, te he cogido y ese roce es el de mis labios sobre tu piel.

lunes, octubre 01, 2007

Ajedrez Macabro

No soy uno de ellos, quizas lo parezca o quizas me confundais por la forma almendrada de mis ojos, pero hace tiempo que me liberé de esa carcel que me aprisionaba.

Como os digo hace tiempo que rompí la marmólea cáscara que me aprisionaba en mi rol predefinido, era un alfil, una pieza quirurgica de este macabro ajedrez que es la vida.

No fue facil pero al hacerlo me sentí liberado, me encontré solo en medio del tablero, mirando hacia el suelo donde estaban los trozos de la figura que me encerraba, apartandolos un poco y apartando de mi el polvo acumulado me dispuse a seguir mi propio camino.

Y así es como, armado con las dos armas que el propio tablero me había proporcionado, mi lengua y mi cabeza, me desplacé, esquivando meros peones sin mente que se mueven hacia su muerte segura guiados de forma cruel por otros.

Desde mi nuevo punto de vista contemplo como las altas torres no son tan altas, ni tan fuertes, tan solo son piedras amontonadas que van hacia delante o hacia atrás pero cuya unica función es la de hacer de parapeto.

Y un poco más allá de las torres puedo ver a las reinas, piezas mimadas que se creen las dueñas de todo lo que ven, que creen ir a donde quieren, pero que en el fondo no valen más que lo que llevan encima, que cualquier peon sin mente puede llegar a ser una de ellas si se lo proponen...no son tan exclusivas sino carnaza sacrificable en pos de proteger al artífice de todo esto.

Esquivo uno , dos , tres peones que avanzan hacia mi sin saber bien que hacen, solo ven algo diferente y muerden y pelean, dos saltos y un movimiento rápido son suficientes para dejarlos atrás, esos palurdos ni siquiera son capaces de mirar hacia atrás, y todo el mundo sabe que si no ves tu pasado estás condenado a repetirlo...

Una sombra se mueve rapido a la derecha mía, otro alfil me ataca, sus ojos almendrados la delatan y se reflejan en un instante en los mios, me ataca con sus afiladas armas y yo me defiendo como puedo, me hiere en brazos y pecho, incluso me atrevería a decir que la herida del pecho es profunda.

Nos separamos un segundo, sus ojos arden, los mios la estudian, la antigua llama de los alfiles arde en los mios tambien, pero mi mente enfria mis ánimos y cuando ella se abalanza sobre mi yo tan solo me desplazo donde no puede llegarme, a ella le atan sus cadenas y yo soy libre, mis ojos la miran con pena mientras ella me odia en su interior.

Despacio avanzo por las pocas casillas que la vida me ofrece, viendo pasar diferentes piezas de todo tipo y color, hasta que llego al salon del trono, donde el que maneja todo esto se sienta y dirige, donde controla cada uno de sus aspectos.

Abro las puertas y entro, buscando al rey, pero su sillón está vacio, mis ojos rastrean despacio todos los recodos buscandole, despacio me aproximo hasta el trono, esculpido sobre madera es sublime.

Sigo buscando, por todos los lados y esquinas...nada, no hay nadie mas que yo..agotado por el viaje decido sentarme en el trono a descansar durante un instante antes de volver a mi viaje.

Y es entonces cuando me doy cuenta de que soy el rey, que me corresponde por derecho estar ahí, y que a partir de ahora, yo , gobierno por completo mi vida.